El pellet, permite a las estufas y calderas la capacidad de regulación automática y programable, traduciéndose en una gran eficiencia y comodidad y asegurando el máximo aprovechamiento energético.

El pellet, dado su reducido tamaño, se comporta como un fluido, facilitando la alimentación automática de los equipos de combustión y de las instalaciones, permitiendo mejorar y controlar la dosificación y, por tanto, la regulación de la temperatura deseada.

Al tratarse de estufas y calderas totalmente automatizadas, éstas funcionan sin necesidad de nuestra intervención, autorregulándose en la carga, la temperatura, la potencia y en el encendido/apagado (es la propia máquina la que añade combustible-pellet según la demanda de energía).

Su mínimo contenido en cenizas reduce las necesidades de operación y de mantenimiento de estufas y calderas.

Ernergía renovable, totalmente compatible con la protección de nuestro entorno.

El uso del pellet colabora en la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera, eliminando las emisiones de CO2 mediante la utilización de un combustible neutro (balance de emisiones de CO2 neutro)

Contribuye a la reducción de la contaminación atmosférica y mitigar el proceso del cambio climático y sus consecuencias.

La ausencia de sustancias químicas nocivas en su composición, permite que los pellets posean un nivel muy bajo de emisiones y residuos generados en el momento de la combustión, como material particulado y cenizas, además de nula emisión de compuestos azufrados y humo.

Todo esto hace de los pellets una alternativa factible de generación de energía en aquellas ciudades en las que existen o existirán restricciones respecto a las emisiones de gases, lo que está derivando en la prohibición del uso de estufas, chimeneas u hornos de leña tradicional y otros.

La renovación de instalaciones y equipos de calefacción, muchas de ellas obsoletas, antiguas y con muy bajos rendimientos y pérdidas térmicas, permite una reducción de costes, una eficiencia energética muy superior y, sobre todo, supone poner fin a las emisiones contaminantes a la atmósfera al utilizar el pellet como combustible neutro.

Se fomenta la limpieza y la conservación de montes, bosques y hábitats, disminuyendo el riesgo de incendio y plagas, a través de un mayor control del medio.

Se fomenta el aprovechamiento de recursos agrícolas y forestales del entorno.

Genera creación de puestos de trabajo, fomenta la deslocalización de la población y contribuye a mejoras socioeconómicas en el ámbito local.

Contribuye al mejor cumplimiento de los compromisos de España en los objetivos 20-20-20 (Cumbre del Clima)